Muestra individual de Benjamín Cieza Hurtado.
Del 28 de junio al 17 de agosto
Hasta hace algunas décadas, la cultura impresa en el Perú formulaba las grandes preguntas por el destino individual dentro de un marco más amplio donde la política funcionaba como lenguaje cotidiano. La separación aparente entre cultura de masas y política vino después, durante los años 90, cuando la industria cultural se orientó hacia la construcción de un espectáculo mediático que buscaba activamente bloquear la reflexión sobre los procesos estructurales donde la experiencia tiene lugar. Benjamín Cieza Hurtado presenta aquí una serie de pinturas basadas en Tu Destino, revista que combinaba orientaciones astrológicas, noticias paranormales, consejos para la vida cotidiana, teorías ocultistas y diversas publicidades comerciales y culturales del Perú de fines de los años 70. “Ame según su signo”, “El mejor anticonceptivo: su mente”, “Los que curan por la fe” son algunos titulares de esta revista que se presenta como un medio para encontrar una luz en lo desconocido. Como lo ha desarrollado en proyectos anteriores, en Las fuerzas y el equilibrio Benjamín se aproxima al documento en busca de imágenes que, tras los respectivos cropeos y reencuadres, servirán de base para nuevos procesamientos pictóricos. Se trata, por un lado, de dirigir la mirada hacia ciertos detalles propios de la iconografía que da cuenta de una época a través de su visualidad y, por otro lado, de trabajar a partir de la materialidad que estas imágenes contienen (color, línea, trama de impresión, etc.). Aunque la información textual que rodea a las imágenes en la revista no es incorporada a sus versiones pictóricas, resulta clave para comprender las razones detrás de la elección de cada una: una receta de un cau cau mágico para atrapar a un hombre a través de la comida; fotografías de ídolos precolombinos que aluden a un misticismo autóctono o a una ciencia oculta para curar los males del alma; una niña milagrosa, Catalina Aponte, que cura enfermos en un barrio popular de Lima; la historia del obrero agrícola Martín Almeyda, cuyo fantasma sigue trabajando la tierra de su patrón, pues quedó en deuda tras entablar un pacto con un demonio que le ofreció muchísimo oro; etc. En cada caso, lo que Benjamín pone en juego es la exploración de un universo visual esotérico que apuntaba a inscribirse entre un público popular, en un momento histórico donde la experiencia individual y los procesos de transformación de las estructuras sociales eran pensados de una forma más fluida que en la actualidad. Cada obra puede ser vista como un fragmento ideológico de otros tiempos que invita a pensar qué imágenes funcionan de forma análoga en el presente.
Texto de Mijail Mitrovic
